17 de Julio: Día Nacional para la Prevención del Suicidio.
La Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP) adhiere a la reflexión y concientización en el Día Nacional para la Prevención del Suicidio, que se conmemora este 17 de julio. En la lucha contra esta problemática, que en Uruguay se cobra anualmente la vida de 20 personas aproximadamente cada 100.000 habitantes, el abordaje educativo desempeña un rol fundamental.
La directora de la División Salud Estudiantil de la Dirección Sectorial de Salud del Consejo Directivo Central, Carolina Ponasso, manifestó que la ANEP está comprometida con un enfoque en la salud mental y socioemocional de los estudiantes, integrando a la comunidad educativa en su conjunto. “El valor que tienen los centros educativos a través del rol docente es fundamental, promoviendo bienestar, trabajando sobre los climas institucionales, en la dinámica grupal y en el valor de los pares en la salud de los estudiantes”.
En este sentido, la ANEP promueve espacios de formación, escucha y acompañamiento, generando instancias con los adultos y estudiantes de los centros educativos. Asimismo, implementa acciones conjuntas con otros organismos que abordan esta temática, fortaleciendo las articulaciones intersectoriales.
Ponasso indicó que el educador es percibido como un referente y un modelo para los niños, niñas y jóvenes. Además, ocupa un lugar clave en la construcción de subjetividad, en la autoestima y en los proyectos de vida del alumno. “Muchas veces nos hemos encontrado en nuestra trayectoria educativa con docentes que nos han marcado caminos. Nos han despertado esperanza y ese germen vocacional que se enlaza mucho con la prevención del suicidio, porque es un tema que se vincula con la desesperanza, con no tener un proyecto de vida claro para desarrollar”.
La especialista señaló que muchas veces desde la educación surge la inquietud acerca de cuál es el límite de la intervención en un tema tan complejo. “Es importantísima la formación, pero también lo que los integrantes de una comunidad educativa pueden hacer en lo cotidiano, trabajando a través de la escucha, la comprensión, estimulando la empatía, las habilidades expresivas, acercándose al otro desde la contención y promoviendo buenos climas institucionales, porque hay creencias y mitos en la sociedad que son un obstáculo para tratar el tema”.
“Quien intenta suicidarse desea dejar de sufrir, no necesariamente dejar de vivir. El mostrar que existe esperanza y visualizar el rol que tiene la socialización en los espacios en que habitan los jóvenes y niños en la institución educativa, es fundamental para transmitir estas cuestiones”, resaltó.
Ponasso valoró que el docente suele detectar la problemática a partir de lo que observa, de acercarse a escuchar, o cuando el estudiante toma contacto con una figura referente y le comenta cómo se siente. En ese momento, generalmente, abordan la situación con los equipos multidisciplinarios y con las familias.
“Esta temática tiene que trabajarse desde el inicio de la trayectoria educativa, porque hay competencias en juego tales como habilidades para la vida, aprender cómo regular las conductas, cómo desarrollar la empatía y lo que tiene que ver con la producción de subjetividad. La educación tiene un rol fundamental y trabajar estos aspectos socioemocionales nos protege para el futuro”, indicó.
El grupo está integrado por la Unidad de Análisis e Intervención (UNAI-DDHH-CODICEN), la División de Servicios Médicos, Prevención y Salud en el Trabajo (CODICEN), equipos técnicos de las Direcciones Generales de Educación Inicial y Primaria (DGEIP), Enseñanza Secundaria (DGES) y Educación Técnico-Profesional (DGETP).
El documento tiene como objetivo brindar orientaciones a los referentes educativos en la prevención de la conducta suicida y la promoción de proyectos vitales. Para su creación se tomaron como referencia diversos documentos, trabajos y pautas elaborados a partir de investigaciones realizadas tanto a nivel nacional como internacional, vinculadas al sector educación y salud, así como la experiencia acumulada de los equipos técnicos de cada subsistema.
El suicidio y los intentos de auto eliminación generan una gran afección en el plano individual, familiar, comunitario y social. Es por ello que resulta imprescindible implementar acciones preventivas, a fin de disminuir los riesgos y promover los factores protectores.