Vestirse en «capas» parece ser la clave para no pasar frío al salir en los días de invierno. Esto quiere decir que, en lugar de ponerse una sola prenda gruesa, es recomendable utilizar varias más delgadas.
Esto permitirá ajustar el nivel de abrigo según las condiciones climáticas. Muchas veces pasa que en la intemperie está más fresco, pero al entrar a un lugar puede que se tenga calor, en especial si está calefaccionado. Esta técnica permite estar más cómodo y no sufrir esos extremos térmicos.
Para ello, es fundamenta tomar en cuenta algunas claves para vestirse con capas:
- Capa base: se debe comenzar con prendas de materiales térmicos que ayuden a retener el calor, como lana o poliéster. Esta capa debe estar en contacto directo con tu piel para que cumpla su función.
- Capa intermedia: añadir algún abrigo, como un suéter o una campera de plumas. Esta capa proporcionará aislamiento adicional.
- Capa exterior: Usar ropa resistente al viento y al agua para protegerse del clima. Una buena opción es una campera o abrigo impermeable.
Muchas veces uno abriga más el torso para mantener el calor, pero también es crucial prestar atención a las piernas, manos y cabeza. Estas partes del cuerpo suelen estar al descubierto, pero es importante protegerlos para evitar la pérdida de calor corporal. En ese sentido, guantes, bufandas y gorros son algunos de los protagonistas en esta época del año.
A su vez, se puede aprovechar las capuchas que tienen algunos buzos y camperas para tapar la cabeza contra el frío. En tanto, para las piernas se debe usar pantalones gruesos para protegerlas. Algunos incluso usan calzas térmicas debajo del jean para aislarse de las bajas temperaturas. En los pies se deben implementar medias de lana y calzado resistente al agua y al frío.