Una nueva instancia de negociación se cumplió este lunes en Montevideo, en relación al futuro de la Planta de INDULACSA en Cardona, cuya propietaria, la multinacional francesa LACTALIS avanza en su proceso de desmantelamiento tras la compra de Granja Pocha.
Según fuentes sindicales, la empresa inicialmente planteó dificultades para solventar el traslado de trabajadores a Granja Pocha. Además, de los 30 zafrales que se esperaban contratar, solo se ofrecerían 15 puestos, con una reducción salarial respecto a las categorías equivalentes en Cardona, sumado a los gastos de traslado.
La principal preocupación radica en el futuro de la planta de Cardona. Los trabajadores habían solicitado un compromiso formal para que tanto el suero como la leche se siguieran procesando en la planta, asegurando así unos 50 puestos de trabajo. Sin embargo, la empresa se negó a firmar dicho compromiso, argumentando que limitaba su libertad de elección.
La situación se agravó al conocerse que la línea UHT se trasladaría a Granja Pocha, mientras que las líneas de secado y manteca se llevarían a una planta cercana a Cufré. Este movimiento, sumado a rumores sobre la preparación de la planta referida para recibir mayor producción, alimenta la sospecha de que el cierre de la planta de Cardona es inminente.
Ante este panorama, los trabajadores han intensificado sus acciones. Mañana se reunirán con la Comisión de Ganadería e Industria en la Junta Departamental de Soriano. El jueves, serán recibidos por la Cámara de Senadores y Diputados en el Parlamento, donde abordarán tanto la situación de INDULACSA como el tema de los seguros de paro. El viernes, tendrán una última instancia en el Ministerio de Trabajo.